QUÉ Y POR QUÉ DE LA TEOLOGÍA

Como es habitual en la historia de la iglesia, el movimiento pendular también se ve en la actitud hacia la teología. Menospreciada por algunos, sobrevalorada por otros. La teología no cuenta con muchos simpatizantes en ciertos círculos o es contemplada como requisito indispensable para el ejercicio del ministerio en otros. Pero en muchos casos, no se sabe o se mal interpreta lo que realmente es y se le ha llamado TEOLOGÍA a una colección de argumentos y posturas que realmente no lo son.

¿Qué es la TEOLOGÍA?

Esta es una palabra compuesta por dos términos que provienen de la lengua madre: el griego. Los vocablos son TEOS y LOGOS.

Teos (o theos) significa Dios. Aunque aquí estamos hablando del Dios de los hebreos, YHWH, que es también el Dios de los cristianos, el término se aplica a cualquier dios. De hecho los griegos usaban esta palabra para referirse a todos los habitantes del Olimpo.

Logos, por otro lado, es palabra en el aspecto literal, pero en general se usa más en el sentido de discurso, argumento, explicación de un asunto.

Como la mayoría de las palabras en español que acaban con el sufijo "ía" (psicología, biología, filosofía, etc); la TEOLOGÍA es una ciencia -en la medida en que tiene métodos, criterios y parámetros bajo los que se realiza-, la ciencia que estudia a Dios.

PERO el problema aquí es que Dios (a diferencia de cualquier otra cosa) no es un objeto que pueda analizarse en un laboratorio mediante técnicas de observación, medición, cualificación y demás. No es un sujeto concreto (como el cuerpo humano, o materiales de construcción) que pueda estudiarse a través de los sentidos; o un sujeto abstracto (como los números, la historia o la psiquis) que se conozca mediante la observación y la razón.

De hecho Dios no puede colocarse "bajo" estudio porque eso necesitaría un ser superior que pudiera someterlo. Cosa imposible, por supuesto.

Entonces ¿Cómo es que la teología es una ciencia? ¿Por qué decimos que se puede estudiar a Dios?

Este es el único caso en que el sujeto de estudio se dispone para ser conocido, por su gracia y propia voluntad, ya que de otra manera no podríamos acceder a Él. Y cómo Dios es un ser amoroso que desea relacionarse con su creación, él mismo se REVELA (quita el velo, se descubre) para que a través de aquello que Él nos brinda podamos acercarnos, de manera progresiva, y conocerle.

Esta revelación sucede en dos momentos:

1) La Creación revela (descubre, manifiesta) que Dios es real. La realidad evidencia un "Diseño Inteligente" detrás de todas las cosas existentes; es decir, alguien tuvo que hacer lo que existe ya que la materia no produce información, no se organiza por sí misma, no tiende hacia un fin. Desde la expansión infinita del universo, pasando por el cuerpo humano y el alma de los seres racionales, hasta llegar al átomo y el ADN; todo demuestra que existe un ser superior que es el Creador de lo que existe.

A esta revelación se le llama REVELACIÓN GENERAL, está disponible para todos los hombres y solo requiere el uso de la razón.
(Recomiendo leer la tesis de Tomás de Aquino sobre "Las 5 Vías del conocimiento de Dios").

2) La Escritura revela (demuestra, explica) quién es el Dios Creador de todo. En la Escritura se da a conocer el carácter del Creador, sus razones, sus principios, sus intenciones, sus prioridades, sus deseos; en fin, lo que no se puede conocer a través de la observación del universo.
El átomo relata la perfección del diseño de Dios, pero la Escritura enseña que él me formó en el vientre de mi madre y que planeó para mí un camino para que yo anduviera con él. En la Escritura se da a conocer el pecado del hombre, el amor de Dios, la justicia de Dios, la redención, la promesa del Mesías y el cumplimiento de la promesa. En la Escritura encontramos qué sucederá al final de los tiempos, cuál es el destino de quienes rechazan a Jesucristo y de quienes lo aceptan.

A esta revelación se le llama REVELACIÓN ESPECIAL, no todos acceden a ella pues es concedida por el Espíritu Santo, no se alcanza mediante la razón humana y es necesario haber nacido de nuevo para entenderla.

Aquí, en este terreno, se desempeña la TEOLOGÍA. En ella nos acercamos a la Revelación Especial que Dios hace de sí mismo, con humildad, para conocer lo que él desea que conozcamos. Para poder hacerlo nos valemos de herramientas y métodos que nos permiten centrar el estudio y nos previenen de errores que pueden ser desastrosos (la historia tiene varias muestras de eso).

Afirmamos lo que sabemos, somos precavidos con lo que no sabemos. Elaboramos doctrinas de lo que es evidente, evitamos hacerlo con lo que no es explícito. Nos relacionamos con Dios y ayudamos a otros a relacionarse con él.

La segunda pregunta que titula este post casi queda respondida al entender esto.

¿Por qué es importante la TEOLOGÍA?

No garantiza un ministerio eficiente, mucho menos garantiza la salvación eterna de una persona. No es un requisito indispensable para el ejercicio del liderazgo, tampoco es esencial para el desarrollo de los dones. Por todas partes se puede apreciar grandes hombres de fe que hicieron hermosas cosas sin haber estudiado teología.

Con todo, la teología es importante en la vida cristiana individual y colectiva por varias razones que no son todas y que sólo enumeraremos por motivos de espacio:

1.- Provee una forma, específica y determinada, para la interpretación saludable de las Escrituras.
2.- Ayuda a revisar nuestras prácticas y creencias a la luz de la Revelación.
3.- Permite organizar el conocimiento que Dios nos da de sí mismo de manera que podamos aprender y enseñar con mayor eficiencia.
4.- Previene errores que podrían traer consecuencias serias con las que lidiar por generaciones.
5.- Facilita la construcción de una idea correcta acerca de Dios.
6.- Ordena las prioridades de la Iglesia de Jesucristo.
7.- Contribuye a echar fundamentos sólidos de lo que creemos y por qué lo creemos.
8.- Sistematiza las respuestas a las preguntas más frecuentes y profundas del ser humano.

La TEOLOGÍA está al servicio de la Palabra Revelada. No la condiciona ni la somete.
También está al servicio de La Iglesia, como instrumento para su crecimiento saludable.
La Teología no es la Revelación; tampoco es la Iglesia. Pero le es útil a ambas.