¿CÓMO ENSEÑAR LA BIBLIA A LOS NIÑOS?


La cuarentena nos presentó varios desafíos, uno de ellos fue (para los padres) convertirnos en docentes no sólo para acompañar a los niños en su escolaridad, sino también para instruirlos en las verdades bíblicas.

En diferentes países parece haber cierta flexibilidad en cuanto a las restricciones para reunirse y retomar actividades eclesiásticas, pero eso no significa que debamos renunciar a la maravillosa tarea de educar a los niños en casa; sobre todo cuando se trata de la fe cristiana.

A este tiempo de devocional en familia lo conocemos como ALTAR FAMILIAR y es una experiencia enriquecedora para todos en casa, pero genera un impacto especial en los más pequeños.

Sin embargo aquí se presenta otra situación que nos exige: ¿Cómo enseñar la Biblia a los niños?

Pensemos algunas ideas generales que luego cada familia podrá adaptar a sus posibilidades y necesidades.


ESCOGE UN TEXTO SIGNIFICATIVO

Esto debe hacerse con tiempo y en oración. Es necesario que la historia o enseñanza bíblica esté relacionada con lo que el niño y la familia están viviendo; no queremos que los chicos sólo conozcan personajes y eventos de la Biblia, sino que éstos signifiquen algo para ellos, para sus vivencias cotidianas.

Esto podemos lograrlo, como dijimos, con oración y haciéndonos algunas preguntas simples: 

¿Qué situación estamos atravesando como familia? ¿Cómo viven los niños en casa esta experiencia? ¿Cuál será el relato o discurso de la Escritura que contenga un mensaje específico para este momento? ¿Habrá algún personaje que haya vivido algo similar?

Si el texto es significativo será más fácil que los niños se identifiquen con él y asimilen su mensaje.


ESTUDIA EL PASAJE

Claramente como con cualquier otro tema es necesario estudiar y conocer con la mayor profundidad posible lo que vamos a enseñar. Esto demandará esfuerzo y tiempo de parte nuestra, al principio si no estamos acostumbrados quizás nos cueste un poco, pero el ejercicio y la constancia nos ayudarán.

Podemos servirnos de comentarios bíblicos, una Biblia de referencia cruzada, Biblia de estudio y otros recursos. Tal vez nuestros pastores y líderes puedan recomendarnos algunos, podemos buscar en internet siendo criteriosos y sabiendo de antemano que no todo lo que circula en la red es confiable, pero aprenderemos entre otras cosas a "examinarlo todo y retener lo bueno".


ESFUÉRZATE POR PRESENTAR UN RELATO ATRACTIVO

Como sabrás, a los niños les encantan las historias. Al narrar utiliza todos los recursos disponibles: puedes ayudarte de imágenes impresas previamente, o una presentación con diapositivas. También apela a su imaginación creando un escenario en sus mentes con preguntas como: "¿Te imaginas cómo sería Zaqueo de pequeño? ¿Cómo habrá trepado al árbol?". Si puedes usar ropa o maquillaje para que ellos se disfracen de alguno de los personajes esto les ayudará a introducirse en la historia.

Dibuja en sus mentes el relato explicando los colores, olores, sabores, elementos culturales, etc.

Varía los tonos de voz colocando énfasis en las partes más importantes de la lección. Eso sí, enfatiza sólo los detalles importantes para el mensaje que quieres destacar, la abundancia de información innecesaria podría distraerlos y diluir lo principal.


INTERACTÚA CON ELLOS

Sobre todo en la edad de la adolescencia, tus hijos querrán participar activamente del momento devocional en familia. 

Prepara de antemano actividades con las que puedan nutrir la ocasión (una oración, un motivo de agradecimiento, un versículo para compartir, una canción, etc) relacionadas con el mensaje principal de la Palabra que compartirás. 

Al momento de relatar la historia o estudiar el pasaje bíblico hazles preguntas y permite que tus hijos las hagan. 

Apunta dos o tres preguntas previamente pensadas para encausar la conversación hacia el mensaje principal del texto. Si las dudas de tus hijos parecen no tener "nada que ver" con el pasaje que elegiste no los censures, es prioridad responder a sus interrogantes.

Si no conoces las respuestas agradéceles que haya preguntado y proponte encontrar una explicación satisfactoria para la próxima ocasión, eso sí, si haces esto: CUMPLE.


APLICA

La aplicación es fundamental. Responde a la pregunta "¿Cómo traslado a mi vida, en la práctica, lo aprendido de la Palabra?".

Para esto puedes usar actividades plásticas, juegos, canciones, etc. Fomenta que los niños piensen en las respuestas, en ese "cómo", y que no sean ejercicios mecánicos.

Al final la oración también debe estar orientada a este propósito. Guía a los niños en una oración que les permita reflexionar sobre lo aprendido, pedir a Dios que los ayude a cambiar en aquellas áreas y que confíen en el poder del Señor actuando en ellos y por medio de ellos.

Que sepan la importancia de incluir al Señor en sus decisiones será una de las lecciones más importantes para sus vidas.


Esperamos que estos consejos simples y generales te ayuden a comenzar o perfeccionar tu altar familiar, disfruta este tiempo con tu familia y prioriza los momentos en los que pueden dedicarse a conocer juntos el carácter y la voluntad del Padre por medio de su Palabra.

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